17:1 Dijo a sus discípulos: --Es imposible que no vengan tropiezos; pero, ¡ay de aquel que los ocasione!
17:2 Mejor le fuera que se le atase una piedra de molino al cuello y que fuese lanzado al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos.
17:3 Mirad por vosotros mismos: Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale.
17:4 Si siete veces al día peca contra ti, y siete veces al día vuelve a ti diciendo: "Me arrepiento", perdónale.
17:5 Los apóstoles dijeron al Señor: --Auméntanos la fe.
17:6 Entonces el Señor dijo: --Si tuvieseis fe como un grano de mostaza, diríais a este sicómoro: "¡Desarráigate y plántate en el mar!" Y el árbol os obedecería.
17:7 ¿Y quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta, al volver éste del campo, le dirá: "Pasa, siéntate a la mesa"?
17:8 Más bien, le dirá: "Prepara para que yo cene. Cíñete y sírveme hasta que yo haya comido y bebido. Después de eso, come y bebe tú."
17:9 ¿Da gracias al siervo porque hizo lo que le había sido mandado?
17:10 Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: "Siervos inútiles somos; porque sólo hicimos lo que debíamos hacer."
17:11 Aconteció que yendo a Jerusalén, pasaba por Samaria y Galilea.
17:12 Cuando entró en una aldea, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos
17:13 y alzaron la voz diciendo: --¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!
17:14 Cuando él los vio, les dijo: --Id, mostraos a los sacerdotes. Aconteció que mientras iban, fueron limpiados.
17:15 Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, volvió glorificando a Dios en alta voz.
17:16 Y se postró sobre su rostro a los pies de Jesús, dándole gracias. Y éste era samaritano.
17:17 Y respondiendo Jesús dijo: --¿No eran diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?
17:18 ¿No hubo quién volviese y diese gloria a Dios, sino este extranjero?
17:19 --Y le dijo--: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.
17:20 Y cuando los fariseos le preguntaron acerca de cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió diciendo: --El reino de Dios no vendrá con advertencia.
17:21 No dirán: "¡Mirad, aquí está!" o "¡Allí está!" Porque el reino de Dios está en medio de vosotros.
17:22 Dijo a sus discípulos: --Vendrá el tiempo cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del Hombre y no lo veréis.
17:23 Os dirán: "¡Mirad, aquí está!" o "¡Mirad, allí está!" Pero no vayáis ni les sigáis.
17:24 Porque como el relámpago que resplandece ilumina el cielo de un extremo al otro, así también será el Hijo del Hombre en su día.
17:25 Pero primero es necesario que él padezca mucho y sea rechazado por esta generación.
17:26 Como pasó en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre:
17:27 Ellos comían y bebían; se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.
17:28 Asimismo, también será como pasó en los días de Lot: Comían, bebían, compraban, vendían, plantaban y edificaban;
17:29 pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.
17:30 Así será en el día en que se manifieste el Hijo del Hombre.
17:31 En aquel día, el que esté en la azotea y sus cosas estén en la casa, no descienda para tomarlas. Asimismo, el que esté en el campo, no vuelva atrás.
17:32 Acordaos de la mujer de Lot.
17:33 Cualquiera que procure salvar su vida, la perderá; y cualquiera que la pierda, la conservará.
17:34 Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el otro será dejado.
17:35 Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada.
17:36 Estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado.
17:37 Respondiendo le preguntaron: --¿Dónde, Señor? Y él dijo: --Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres.
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