6:1 Aconteci� que Jes�s pasaba por los sembrados en s�bado, y sus disc�pulos arrancaban espigas y las com�an, restreg�ndolas con las manos.
6:2 Y algunos de los fariseos dijeron: --�Por qu� hac�is lo que no es l�cito hacer en los s�bados?
6:3 Respondi�ndoles, Jes�s dijo: --�No hab�is le�do qu� hizo David cuando tuvo hambre �l y tambi�n los que estaban con �l?
6:4 Entr� en la casa de Dios, tom� los panes de la Presencia, que no es l�cito comer, sino s�lo a los sacerdotes, y comi� y dio tambi�n a los que estaban con �l.
6:5 --Tambi�n les dec�a--: El Hijo del Hombre es Se�or del s�bado.
6:6 Aconteci� en otro s�bado que �l entr� en la sinagoga y ense�aba. Y estaba all� un hombre cuya mano derecha estaba paralizada.
6:7 Los escribas y los fariseos le acechaban para ver si le sanar�a en s�bado, para hallar de qu� acusarle.
6:8 Pero �l, conociendo los razonamientos de ellos, dijo al hombre que ten�a la mano paralizada: --Lev�ntate y ponte en medio. �l se levant� y se puso en medio.
6:9 Entonces Jes�s les dijo: --Yo os pregunto: �Es l�cito en el s�bado hacer bien o hacer mal? �Salvar la vida o quitarla?
6:10 Y mir�ndolos a todos en derredor, dijo al hombre: --Extiende tu mano. �l lo hizo, y su mano le fue restaurada.
6:11 Entonces ellos se llenaron de enojo y discut�an los unos con los otros qu� podr�an hacer con Jes�s.
6:12 Aconteci� en aquellos d�as que Jes�s sali� al monte para orar, y pas� toda la noche en oraci�n a Dios.
6:13 Cuando se hizo de d�a, llam� a sus disc�pulos y de ellos escogi� a doce, a quienes tambi�n llam� ap�stoles:
6:14 a Sim�n al cual tambi�n llam� Pedro, y a su hermano Andr�s; a Jacobo y a Juan; a Felipe y a Bartolom�;
6:15 a Mateo y a Tom�s; a Jacobo hijo de Alfeo, y a Sim�n llamado el Zelote;
6:16 a Judas hijo de Jacobo, y a Judas Iscariote, que tambi�n lleg� a ser el traidor.
6:17 Descendi� con ellos y se detuvo en una llanura, junto con una multitud de sus disc�pulos y un gran n�mero de personas de toda Judea, de Jerusal�n, y de las costas de Tiro y de Sid�n, que hab�an venido para o�rle y para ser sanados de sus enfermedades.
6:18 Los que eran atormentados por esp�ritus inmundos eran sanados,
6:19 y toda la gente procuraba tocarle; porque sal�a poder de �l, y sanaba a todos.
6:20 Y alzando �l los ojos hacia sus disc�pulos, dec�a: "Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
6:21 "Bienaventurados los que ahora ten�is hambre, porque ser�is saciados. "Bienaventurados los que ahora llor�is, porque reir�is.
6:22 "Bienaventurados sois cuando los hombres os aborrecen, cuando os apartan de s� y os vituperan, y desechan vuestro nombre como si fuera malo, por causa del Hijo del Hombre.
6:23 Gozaos en aquel d�a y saltad de alegr�a, porque he aqu� vuestro galard�n es grande en el cielo; pues as� hac�an sus padres a los profetas.
6:24 "Pero �ay de vosotros los ricos! Porque est�is recibiendo vuestro consuelo.
6:25 "�Ay de vosotros, los que ahora est�is saciados! Porque tendr�is hambre. "�Ay de vosotros, los que ahora os re�s! Porque lamentar�is y llorar�is.
6:26 "�Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablan bien de vosotros! Porque as� hac�an sus padres con los falsos profetas.
6:27 "Pero a vosotros los que o�s, os digo: Amad a vuestros enemigos y haced bien a los que os aborrecen;
6:28 bendecid a los que os maldicen y orad por los que os maltratan.
6:29 Al que te hiera en la mejilla, pres�ntale tambi�n la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la t�nica.
6:30 A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no se lo vuelvas a pedir.
6:31 "Y como quer�is que hagan los hombres con vosotros, as� tambi�n haced vosotros con ellos.
6:32 Porque si am�is a los que os aman, �qu� m�rito ten�is? Pues tambi�n los pecadores aman a los que los aman.
6:33 Y si hac�is bien a los que os hacen bien, �qu� m�rito ten�is? Tambi�n los pecadores hacen lo mismo.
6:34 Y si dais prestado a aquellos de quienes esper�is recibir, �qu� m�rito ten�is? Pues tambi�n los pecadores dan prestado a los pecadores para recibir otro tanto.
6:35 "M�s bien, amad a vuestros enemigos y haced bien y dad prestado sin esperar ning�n provecho. Entonces vuestra recompensa ser� grande, y ser�is hijos del Alt�simo; porque �l es benigno para con los ingratos y los perversos.
6:36 Sed misericordiosos, como tambi�n vuestro Padre es misericordioso.
6:37 "No juzgu�is, y no ser�is juzgados. No conden�is, y no ser�is condenados. Perdonad, y ser�is perdonados.
6:38 Dad, y se os dar�; medida buena, apretada, sacudida y rebosante se os dar� en vuestro regazo. Porque con la medida con que med�s, se os volver� a medir."
6:39 Entonces les dijo una par�bola: "�Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? �No caer�n ambos en el hoyo?
6:40 El disc�pulo no es superior a su maestro, pero cualquiera que es plenamente instruido ser� como su maestro.
6:41 �Por qu� miras la brizna de paja que est� en el ojo de tu hermano pero dejas de ver la viga que est� en tu propio ojo?
6:42 �C�mo puedes decir a tu hermano: 'Hermano, deja que yo saque la brizna de tu ojo', sin que mires la viga que est� en tu ojo? �Hip�crita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces ver�s bien para sacar la brizna que est� en el ojo de tu hermano.
6:43 "No es buen �rbol el que da malos frutos, ni es �rbol malo el que da buen fruto.
6:44 Porque cada �rbol es conocido por su fruto; pues no se recogen higos de los espinos, ni tampoco se vendimian uvas de una zarza.
6:45 El hombre bueno, del buen tesoro de su coraz�n, presenta lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su coraz�n, presenta lo malo. Porque de la abundancia del coraz�n habla la boca.
6:46 "�Por qu� me llam�is: 'Se�or, Se�or', y no hac�is lo que digo?
6:47 Yo os mostrar� a qu� es semejante todo aquel que viene a m� y oye mis palabras, y las hace.
6:48 Es semejante a un hombre que al edificar una casa cav� profundo y puso los cimientos sobre la roca. Y cuando vino una inundaci�n, el torrente golpe� con �mpetu contra aquella casa, y no la pudo mover, porque hab�a sido bien construida.
6:49 Pero el que oye y no hace es semejante a un hombre que edific� su casa sobre tierra, sin cimientos. El torrente golpe� con �mpetu contra ella; en seguida cay�, y fue grande la ruina de aquella casa."
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