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Apéndices de “La Biblia Compañera” de Büllinger
La posición dispensacional del libro de "Hechos"
1. El título original del
libro probablemente es de manera simple "Hechos" (“Praxeis”), como en
el “Codex Sinaiticus” (aleph), y no hay razón para dudar que debe su autoría
humana a Lucas, "el médico amado" (Col. 4:14). La tradición desde los
más tempranos tiempos se lo atribuye a él. Eusebio (fl. ~D.C. 300) en su “Historia
Eclesiástica” dice: "Lucas… un médico nos ha dejado dos libros inspirados…
uno de estos es su Evangelio… El otro es sus Hechos de los Apóstoles que él
compuso no de lo que él había oído de otros…, sino de lo que él mismo había
visto" (libro 3, c. 4).
2. El libro es un
registro de los "Hechos" del santo espíritu mediante: "testigos
elegidos delante de Dios" (10:41: “los testigos que Dios había ordenado de
antemano”) durante el periodo de la oferta final a los hijos de Israel de la
restauración y bendición nacional, bajo la condición de arrepentimiento
nacional y obediencia. En el A. T. la oferta fue hecha por el PADRE, como
Jehovah, mediante los profetas (Heb. 1:1), y fue rechazada (compare Zac.
7:12-14; etc). En los Evangelios la oferta fue renovada en y por el HIJO, y fue
de nuevo rechazada (Mt. 23:37-39; etc). "Hechos" registra la tercera
y final presentación mediante santo espíritu, y su rechazo por parte de la
nación (28:25-28; Rom. 11:25, etc.) De estos "electos testigos" no se
mencionan las "obras" hechas por ninguno excepto aquellas hechas por:
de los doce Apóstoles originales solamente Pedro y Juan (más Santiago y otros
como Esteban y Felipe), y después aquellas mediante el Apóstol Pablo (y sus
colaboradores: Bernabé, Apolos, Juan Marcos, Lucas, Timoteo, Silas, etc.).
3. La estructura (ver
arriba o en p. 1575 en “The Companion Bible”) muestra que el libro consta de
dos divisiones (compare con las “Estructuras” de Is., Jer., Ez., etc. en “The
Companion Bible”), cada una siendo dividida en bella correspondencia (ver en
detalle Estructuras en “The Companion Bible”).
La PRIMERA porción,
consistente de los primeros doce capítulos (después de la introducción: 1:1-5),
se refiere al "testimonio" (1:8) de los Apóstoles en Jerusalén, Judea
y Samaria (Apéndice 180). Pedro, el Apóstol de "la circuncisión"
(Gál. 2:7), es la figura central, y esta sección termina con su apresamiento en
Jerusalén (~D.C. 44).
La SEGUNDA división, es
decir, los últimos 16 capítulos, contiene el "testificar":
"hasta la más remota parte de la tierra" (compare el 1:8 con Col.
1:23), Pablo siendo el personaje principal (Gál. 2:7). Esta división termina
con su apresamiento en Roma en el ~61 D. C. (Apéndice 180). "Hechos"
fue más probablemente publicado hacia el final de ese apresamiento, es decir, ~
D.C. 62-63.
El período cubierto por
el libro entero es por lo tanto como sigue:
1). De Pentecostés ~D.C.
29 a la Pascua (12:3, 4) ~D.C. 44;
2). De Pentecostés (?)
~D.C. 46 a D.C. 61.
Consecutivamente, de
~D.C. 29 a ~D.C. 61 = 32 años (4 x 8 = 32. Apéndice 10). Esto no debe de
confundirse con el periodo entero entre la Crucifixión, el clímax del rechazo
nacional del Señor como Mesías, y la destrucción de Jerusalén por Tito, v.gr.:
del ~D.C. 29 al ~D.C. 69; esto es, 40 años (Apéndice 10).
4. La enseñanza dispensacional
de "Hechos" es de la más profunda importancia, y de manera
significativa queda expuesta por las Estructuras; compare también el Apéndice
180.
En la sección previa, el
"testificar" de los Doce, como se registra del 2:5 al final del
capítulo 12, era a "judíos y prosélitos" (2:10) primeramente; "a
ustedes (judíos) primero" (3:26), etc. Su tema era que Jesús ("el
Nazareno") ES el Mesías; compare 2:31, 36; 3:18, 20; 4:10, 26; 5:42; 8:5,
37 (ver nota); 9:20, 22. En Damasco, después de su conversión, Saúl (Saulo
luego Pablo) "predicaba (kerusso, Apéndice 121. 1) a Jesús (ver nota en v.
9:20) en las Sinagogas, que Él es el hijo de Dios", y demostraban
"que éste es el mismo Cristo", es decir, Jesús como el Mesías. No
había aún proclamación a los gentiles como tal (ver 11:3). La predicación de la
Palabra era solamente a los judíos (11:19), y a los prosélitos gentiles, que el
"Nazareno" crucificado, Jesús, era en verdad el Mesías (ver nota en
v. 10:48). La duración de este testificar fue de alrededor de 15 años; ver
arriba y en el Apéndice 180. La segunda parte de "Hechos" registra el
apostolado de Pablo, y su "testificar", el cual era a judíos y a
gentiles igualmente. Él era el "vaso de elección" separado por el
santo espíritu "para llevar mi nombre delante de gentiles y reyes, y los
hijos de Israel" (“huion te Israel”, 9:15). Su tema fue: "Jesús y la
resurrección" (17:18). No, sea dicho, Jesús como Mesías, pero Jesús (el
Salvador procedente de Dios), levantado de entre los muertos, y hecho la Cabeza
federal de una nueva raza de seres mediante la
resurrección, como se anunció en el Sal. 2:7, con el cual compare los
vv. 13:32-39, y vea las notas. Este "testificar" duró los 15-16 años
(ver el punto 3, arriba) de las labores de Pablo y aquellos asociados con él
hasta su apresamiento en el ~D.C. 61. Y al judío le fue dada prioridad de
escuchar el mensaje (13:5, 14, 42, 43; 14:1; 17:1, 10, 17; 18:4, 7, 19, 26;
19:8).
5. A través de todo el
periodo entero de los "Hechos", el testificar se acompañó de los
milagrosos dones prometidos (Mr. 16:17, 18). Compare 3:7, 8; 5:5, 10, 15, 16;
6:8; 8:6, 7, 13; 9:33-42; 11:28; 13:11; 14:8-10; 16:18; 19:6, 12; 20:9-12;
28:3-6, 8, 9... De aquí en adelante, el privilegio de proclamar y
"testificar" (Is. 43:10; 44:8, etc.) fue tomado del judío, y "la
salvación de Dios" (ver nota en Is. 49:6) fue "enviado (“expedido”;
gr.: “apostello”. Implicando la misión o comisión usada, y el poder y autoridad
respaldándola. (Apéndice 174.1)) a los gentiles" (28:28). La proclamación
es ahora mediante testigos tomados de entre "todos los gentiles sobre los
que mi nombre es invocado" (15:17), incluyendo desde luego a los miembros
judíos de "el cuerpo".
6. Teniendo ahora delante
de nosotros toda la "secuencia de hecho" (compare también la
Estructura, p. 1575 en “The Companion Bible” y Apéndice 180), podemos trazar
"el progreso de doctrina", el desarrollo de la enseñanza
dispensacional en Hechos, así como en las complementarias Epístolas a la "Iglesia" de Pablo, y las
limitaciones de las estrictamente hebreas Epístolas (Apéndice 180, e
Introducción, y sus notas). Las palabras de nuestro Señor en Jn. 16:12, 13, son
preciosas, y son precisas (ver su nota). Los Evangelios registran lo que el
Señor " comenzó a hacer y a enseñar" (1:1); después de su resurrección
él continuó "hablando de las cosas pertenecientes a el Reino"
(Apéndice 112); y después de su ascensión la enseñanza es continuada mediante
santo espíritu, el espíritu de la verdad (Jn. 14:16, 17, 26; 15:26), mediante
lo que se guaría (dirigiría) a "toda la verdad" (ver notas a Jn.
16:12,13). Durante el periodo de "Hechos" los creyentes eran guiados
a mucha verdad, verdad que rebasaba lo que antes había sido revelado. Ellos
eran instruidos en mucho de lo que ellos habían sido incapaces " de asimilar" antes de la venida del santo
espíritu a instruirles. Pero ellos aún no habían sido guiados a "toda la
verdad". Esto estaba reservado, y no se permitió que fuera revelado, hasta
que la proclamación pública de "el reino" había terminado, después
del final del libro de "Hechos". (Ver notas a las epístolas
posteriores a este evento: Ef., Fil., Col.) Entonces era, al comienzo de este
presente periodo intermedio durante el cual "ceguera en parte ha sucedido
a Israel" (Rom. 11:25; Büllinger dice que esto sucedió a partir del
momento en el que Pablo prosiguió su predicación en la casa que tenía alquilada
en Roma, después de que los judíos allí mismo rechazaron la oferta de Dios para
con ellos de esa salvación por gracia), que "la Iglesia que es su Cuerpo"
(Ef. 1:22, 23) comenzó a ser formada "para la alabanza de la gloria de su
gracia" (Ef. 1:6, y nota al v. 15:14). Como se declara arriba, y como los
hechos muestran, esta Iglesia no comenzó en Pentecostés como es tan comúnmente
enseñado y creído.
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