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Apéndices de “La Biblia Compañera” de Büllinger
PASAJES PARALELOS EN LOS LIBROS HISTÓRICOS.
El
siguiente cuadro, mostrando ciento once pasajes paralelos entre los libros de
Samuel y de Reyes al lado izquierdo, y los libros de Crónicas (con paralelos
ocasionales con Isaías) al lado derecho, será útil.
1. Mostrará la relación mutua de las secciones, y le
permitirá al lector encontrar de un vistazo las porciones correspondientes, y
así servirá el propósito de una referencia ordinaria y al alcance.
2. Ayudará a exhibir el diseño especial de los dos grandes
principios gobernando la totalidad de éstos libros. En el primero (Samuel y
Reyes) tenemos la historia desde el punto de vista externo (exotérico); en el postrero (Crónicas) tenemos,
en su mayoría, la misma historia, pero desde el punto de vista interno (esotérico).
En el primero tenemos los eventos vistos desde el punto de vista
humano, como ellos serían vistos por el ojo natural; en el último tenemos los
mismos eventos vistos desde el punto de vista Divino, como vistos y entendidos
por la mente espiritual.
Consecuentemente, mientras que en el primero tenemos el evento en
su aspecto histórico; en el último lo tenemos en su aspecto moral. En el
primero tenemos el registro histórico; en el último tenemos la razón Divina del
mismo, o las "palabras" y el juicio Divino sobre él. (Compare la
muerte de Saúl, 1 Sam. 31: 6, y 1 Cr. 10: 13, 14).
Es este principio el que determina la cantidad de espacio literario
concedido al mismo evento histórico. Por ejemplo: En los libros primeros
tenemos tres capítulos (u 88 versículos) dados a los eventos seculares del reino de Ezequías (2 Re. 18, 19, y 20), y solamente tres versículos (2 Re. 18: 4-6) dados a su gran reforma religiosa.
Y precisamente en
Crónicas esto se revierte. Tres capítulos (u 84 versículos) se dedican
a su reforma (2 Cr. 29-31), mientras que un capítulo (o 32 versículos) es
suficiente para los eventos seculares de su reino.
De la misma forma las tres alianzas de Josafat con Acab pueden ser espiritual y moralmente entendidas
solamente a partir de 2 Cr. 17, de las cuales no se
dice una sola palabra en Reyes.
3. Este principio también determina el orden en el que los eventos se tratan. En
los libros de Reyes los eventos se registran en orden cronológico; mientras que
en Crónicas este orden algunas veces se ignora, con el fin de presentar las
causas o consecuencias morales de los dos eventos juntos, para los
propósitos de comparación o contraste. (Compare la lista de los hombres
valientes de David; de David censando (numerando) al pueblo, y el registro de
la plaga).
4. El objeto de éstos dos grandes principios es visto
adicionalmente en el hecho de que el diseño del primero consiste en dar la
historia completa del reino de Israel; mientras que el diseño del último
es el dar solamente aquello que pertenece a la casa de David y la tribu de Judá,
como estando fundado en el pacto de Jehovah en 2 Sam. 7 y 1
Cr. 17.
5. La conclusión es que el libro de Crónicas es completamente
independiente de los libros de Samuel y Reyes; y que las diferencias entre
ellos son independientes y han sido diseñadas. Los críticos crean sus propias dificultades al asumir primeramente que los libros deberían de ser iguales; y
luego, debido a que no son lo que ellos asumen que deberían de ser, tratan a
las variaciones como "discrepancias," o "corrupciones del
texto", en vez de considerarlas como estando llenas de instrucción Divina
"escrita para nuestro aprendizaje".
El siguiente es el cuadro:
|
1 Sam. 27 .
. . . . . . 1 Cr. 12: 1-7 |
1 Re. 12: 1-19 .
. . . . . . 2 Cr. 10 |
2 Re. 15: 38 .
. . . 2 Cr. 27: 9 |
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