41                      

Regresar al Índice de los Apéndices de “La Biblia Compañera” de Büllinger

 

LOS QUERUBÍN.

 

   No hay esperanza en llegar al significado de los Querubín de la etimología. Solamente mediante el uso del todo de la Escritura podemos formarnos una idea aproximadamente correcta.

 

   La descripción de ellos es dada en dos ocasiones (Ez. 1: 5-14; 10: 20; y Ap. 4: 6-9).

 

   Mediante un proceso de eliminación llegamos al hecho de que son un orden celestial de seres espirituales, y no nos podemos formar una noción adicional de ellos que de otras órdenes celestiales que se nombran, pero no se explican, y por la falta de mejores palabras se les llamados "Tronos", "Dominios", "Principados", "Poderes", etc..

 

   Han de ser distinguidos de las figuras simbólicas usadas de ellos, que fueron hechas para representarlos.

 

  Negativamente, podemos notar:

 

1. Que ellos no pueden ser la Divinidad, o Divinos en su naturaleza, ya que (1) la semejanza de cualquier clase estaba estrictamente prohibida (Dt. 4: 15, 16, etc.); y (2) la Divinidad se distingue de ellos al ser mencionada al mismo tiempo.

 

2. Aunque celestiales, o celestes y espiritual en su naturaleza y carácter, se distinguen de los ángeles (quienes, como su nombre lo implica, eran espíritus usados como mensajeros). Compare Ap. 5: 8, 11 y 7: 11, en donde, primero los Querubín ofrecen adoración, y luego los ángeles. Ellos por tanto deben de ser reales seres espirituales, porque ellos difícilmente podrían ser representados tanto de manera emblemática como real en el mismo versículo. Además, ellos nunca son enviados a hacer mandados como lo son los ángeles, y nunca se les ve aparte del Trono.

 

3. No pueden ser simplemente símbolos, porque, aunque representaciones simbólicas y emblemáticas de ellos se ordenó que fueran hechas, ellos mismos no son simbólicos, porque entonces tendríamos símbolos simbólicos de símbolos, y no la realidad misma.

 

4. No pueden ser un símbolo de la "Iglesia" o de ninguna porción de la humanidad redimida, porque éstas se distinguen de ellos en el Ap. 5: 9, 10, conforme con las mejores lecturas de los más antiguos MSS (manuscritos), y textos críticos griegos, en dónde el "nosotros" del v. 9 ha de ser omitido, y el "nosotros " y "( reinar)emos" del v. 10 debe de ser "ellos" y " (reinar)án". Compare también Ap. 7: 9-11.

 

5. Por la misma razón ellos no pueden ser símbolos de "los cuatro evangelios" o libros de ninguna clase, porque los querubín son ministros asociados con ira; y piden las pestes del juicio. Ver Ap. 6 y 15: 7. Además, no existe conexión entre éstos y la presencia de los querubín en Edén, en el Tabernáculo, en el Templo, y el Trono de Dios [Nota del Traductor: A no ser que todas estas cosas sean representaciones unas de las otras, y todas éstas del verdadero Trono donde se sienta Dios, que pareciera ser el caso según las investigaciones del Dr. Ernest L. Martin].

 

Positivamente, podríamos notar:

 

1. Que las tres letras raíz para kerūb, k = k, r = r, y b = b, son las letras raíz  de la palabra KaRaB, que reaparecen en el idioma inglés como GRiP (agarre), GRaB (agarrar), GRiPe (apretar), GRasP (sujetar). En un sentido pasivo la noción sería aquella de sujetar algo para guardarlo seguro: y, de hecho, la representación simbólica de ellos fue afianzada sobre el propiciatorio, siendo hechos de la misma pieza de oro (Éx. 25: 18 -23).

 

2. En Gén. 3: 24 fueron colocados para CUIDAR (o guardar) el camino del árbol de la vida, y preservar la esperanza del re-génesis de una creación en ruinas (compare Gén. 2: 15, en donde tenemos la palabra "cuidar" en este sentido).

 

          3. Su presencia sobre el propiciatorio conecta esta esperanza con la expiación, y con Israel.

 

          4. En el velo la esperanza esta ligada con la venida del Cristo en la encarnación y redención.

 

          5. Son cuatro en número, y cuatro es el número de Creación (ver Apéndice 10).

 

6. Se representan con las cabezas simbólicas de las cuatro grandes divisiones de la creación viviente: el león (bestias salvajes), el buey (bestia doméstica), el águila (aves), hombre (humanidad).

 

          7. Están debajo del Trono, porque la tierra es el estrado de los pies de Jehovah.

 

          8. Su cantico, cuando hablan, es de creación (Ap. 4: 11), y se relaciona con la tierra.

              La redención es una "nueva canción" para ellos, relacionada con otros.

 

9. Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que, los querubín son seres espirituales reales o celestiales, asociados de alguna forma con la personificación de la esperanza de la creación como se expresa en Rom. 8: 19-23. Las representaciones emblemáticas hechas de ellos conectan esa esperanza con "la esperanza de Israel" y la asocian al propiciatorio salpicado con la sangre, y el velo partido (Heb. 10: 10, 20).

 

Sitio hospedado por Ucoz, "¡porque tú puedes!" (c, fdocc): http://fdocc.ucoz.com/biblia/ucoz.jpg