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 “LOS HIJOS DE DIOS” EN GÉNESIS 6:2,4.

 

   Es solamente por el Divino y específico acto de la creación que cualquier ser creado puede ser llamado "un hijo de Dios". Porque aquello que es "nacido de la carne, carne es". Dios es espíritu, y todo lo que es "nacido del Espíritu, espíritu es" (Jn. 3: 6). Por lo tanto Adán es llamado un "hijo de Dios" en Lc. 3: 38. Aquellos "en Cristo" teniendo "la nueva naturaleza" que es por directa creación de Dios (2 Cor. 5: 17. Ef. 2: 10) pueden ser, y son llamados "hijos de Dios" (Jn. 1: 13. Rom. 8: 14,15. 1 Jn. 3: 1).1

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1. La palabra "linaje" en Hch. 17: 28 es bastante diferente. Es γένος (genos), que simplemente significa parientes o clase, nuestro genus habiendo sido originado por Dios.

 

 Es por esto que los ángeles son llamados "hijos de Dios" en todo otro lugar donde la expresión se usa en el Antiguo Testamento. Job 1: 6; 2: 1; 38: 7. Sal. 29: 1; 89: 6. Dan. 3: 25 (sin artículo).2

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2. En Oseas 1: 10, no es beni-hā-Elohim, como aquí, sino beni-el-chai.

 

No tenemos autoridad o derecho de tomar la expresión en Gn. 6:2, 4 en ningún otro sentido. Además, en Gn. 6: 2 la Septuaginta lo traduce como “ángeles”.

   A los ángeles se les llama "espíritus" (Sal. 104:4 (“vientos”); Heb. 1: 7, 14), pues los espíritus sor creados por Dios.

   Que hubo una caída de los ángeles es cierto por lo que leemos en Judas 6.

   La naturaleza de su caída se declara claramente en el mismo versículo. Ellos dejaron su propio οἰκητήριον (oikētērion). Esta palabra ocurre solamente en 2 Cor. 5: 2 y en Judas 6, en donde se usa para referirse al cuerpo espiritual (o al cuerpo de la resurrección).

   La naturaleza de su caída se declara como habiendo sido "de la misma manera" de aquellos subsecuentes pecados de Sodoma y Gomorra, Judas 7.

   El tiempo de su caída es dado como habiendo sucedido "en los días de Noé" (1 Pe. 3: 20. 2 Pe. 2: 7), aunque pudiera haber habido una previa caída que causó el final de "el mundo que entonces existió" (Gn. 1: 1, 2. 2 Pe. 3: 6).

   Por este pecado están "reservados para juicio", 2 Pe. 2: 4, y se encuentran "en prisión", 1 Pe. 3: 19.

   Su progenie, llamada Nephīlīm (traducida "gigantes"), eran monstruos de iniquidad; y, siendo sobrehumanos en tamaño y carácter, tenían que ser destruidos (ver Apéndice 25). Éste fue el único objeto y razón del Diluvio.

   Solamente Noé y su familia habían preservado su linaje puro desde Adán (Gn. 6: 9, ver nota). Todo el resto había llegado a estar "corrupto" (shāchath), es decir destruidos [como Adamitas]. El único remedio era el destruirlo (de facto), ya que había llegado a estar destruido (de jure). (La misma palabra del versículo 17 aparece en los versículos 11,12). Vea detalles adicionales bajo el Apéndice 25 relacionado con los Nephīlīm.

    Esta irrupción de ángeles caídos fue el primer intento de Satán para prevenir la venida de la Simiente de la mujer predicha en Gn. 3: 15; si esto hubiera sido consumado, la Palabra de Dios hubiera fallado, y su propia condenación hubiera sido evitada.

   Tan pronto como fue dado a conocer que la Simiente de la mujer iba a venir a través de ABRAHAM, debió de haber habido otra irrupción, como se registra en Gn. 6: 4, "y también después" (v.gr., después de los días de Noé, más de 500 años después de la primera irrupción). El propósito del enemigo era el de ocupar Canaán antes que Abraham, y así disputar la ocupación mediante su descendencia. Porque, cuando Abraham entró en Canaán, leemos (Gn. 12: 6) "El Cananeo estaba (v.gr., ya) en la tierra".

   En el mismo capítulo (Gn. 12: 10-20) vemos el próximo intento de Satán de interferir con la simiente de Abraham, y frustrar el propósito de Dios que debía de continuar en "Isaac". Este intento se repitió en Gn. 20: 1-18.

  Este gran conflicto puede ser visto a través de toda la Biblia, y constituye un gran e importante tema de estudio Bíblico. En cada caso el instrumento humano tenía su propio interés personal que servir, mientras que Satán tenía su propio gran objetivo a la vista. Por lo tanto Dios tuvo, en cada caso, que interferir y evitar el mal y el peligro, del que sus siervos y gente eran totalmente ignorantes. Los siguientes asaltos por parte del gran Enemigo sobresalen prominentemente: -

          La destrucción de la familia elegida mediante hambruna, Gn. 50: 20.

          La destrucción del linaje masculino en Israel, Éx. 1: 10,15, etc. Compare Éx. 2: 5. Heb. 11: 23.

          La destrucción de  toda la nación en la persecución del Faraón, Éx. 14.

Después de que el linaje de David fuera señalado (2 Sam. 7), éste fue el próximo seleccionado para el ataque. El primer ataque de Satán estuvo en la unión de Joram y Atalía debida a Josafat, a pesar de 2 Cr. 17: 1. Joram mató a todos sus hermanos (2 Cr. 21: 4).

          Los árabes mataron a todos sus niños, excepto a Ocozías (2 Cr. 21: 17; 22: 1).

Cuando Ocozías murió, Atalía mató a "toda la simiente real" (2 Cr. 2: 10). Solamente el bebé Joás fue rescatado; y, durante seis años, la fidelidad de la palabra de Jehova estuvo en entredicho (2 Cr. 23: 3).

Ezequías carecía de hijos, cuando un doble asalto fue hecho por el Rey de Asiria y el Rey de Terrores (Is. 36: 1; 38: 1). Se apeló y dependió en la fidelidad de Dios (Sal. 136).

          En la Cautividad, Amán fue usado para intentar la destrucción de toda la nación (Est. 3: 6, 12,13. Compare 6: 1).

Se trabajó en el miedo de José (Mt. 1: 18-20). A pesar de que era "un hombre justo", y guardaba la Ley, no deseaba dejar que María fuera apedreada (Dt. 24: 1); por lo tanto José decidió divorciarse de ella. Pero Dios intervino: "no temas"!

          Herodes buscó matar al pequeño Niño (Mt. 2).

          En la Tentación, "Arrójate al precipicio" fue una tentación de Satán.

          En Nazaret, de nuevo (Lc. 4), hubo otro intento de arrojarlo al precipicio y destruirlo.

          Las dos tormentas en el Lago fueron otros intentos.

Finalmente llegó a la cruz, y el sepulcro se cerró, la vigilia de guardias colocada, y la piedra sellada. Pero "Dios lo levanto de entre los muertos". Y ahora, como otro Joás, él se encuentra sentado y en espera (Heb. 10: 12, 13), escondido en la casa de Dios en lo alto; y los miembros del "un solo cuerpo" están escondidos allí "en él" (Col. 3: 1-3), como otra Josabet; e ir a dar testimonio de su venida, como otro Joiada (2 Cr, 23: 3).

  La irrupción de "Los ángeles caídos" ("Hijos de Dios") fue el primer intento; y fue dirigido en contra de toda la raza humana.

  Cuando Abraham fue llamado, entonces él y toda su simiente fueron atacados.

  Cuando David subió al trono, entonces la línea real fue asediada.

  Y cuando "la Simiente de la mujer", es decir, cuando él mismo vino, entonces la tormenta se desató sobre él.

 

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